lunes, 31 de agosto de 2009

What is Planning

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Casual Mondays

Foto por Tallrso

En los últimos días de comida oficinista, el tema que se ha mezclado con el “provechito” (palabra oficinista) y la sopa de pasta, es el de las relaciones interpersonales; bueno, creo que esto no es novedad. Si uno va a cualquier mesa de café, restaurante, fonda, bar, o antro, el 96% de las conversaciones -a ojo de buen cubero- girarán alrededor de las relaciones interpersonales; sí, somos los seres más sociales. En fin, lo importante no es que la conversación haya girado en torno a las relaciones, sino al tipo de relaciones. Una palabra (actitud) que fue el común denominador de esas pláticas de relaciones fue: “casual”.

Casual fue la forma en que se dijo la palabra, pero su significado fue mucho más allá de ser “casual”. Empezamos a encontrar las ramificaciones de aquella actitud: ropa casual (en esta industria publicitaria todos los días son “Casual Fridays”), música casual, una cena casual, una salida casual, un fin de semana casual, un viaje casual, un coqueteo casual, una fiesta casual, una pareja casual, una relación casual.

Nos dicen que somos la Generación X, Y, o Z (por cierto, me pregunto ¿cuál letra seguirá si ya estamos en la “z”? ¿a mis hijos les tocará ser alguna generación con letra de alfabeto Escandinavo?), pero tal vez lo que en realidad somos es la “Generación Casual” (y no, no es mi intención generar un nuevo concepto de segmentación -ya trillado por cierto- en el de por sí complicado mundo del marketing, pero fue una forma de nombrarlo).

Las preguntas que de forma “casual” se aparecieron en nuestra discusión fueron entonces, ¿por qué llegamos a ser la “Generación Casual”? y ¿Qué significa ser “casual”?

Existirán muchas razones de por qué llegamos a esta “casualidad” en nuestro actuar, pero nosotros llegamos a tres (bienvenidas opiniones). La primera, es el impacto tecnológico más allá de lo tecnológico. La “Ley de Moore”, la cual que dice que la capacidad de los transistores (que esto aplica a cualquier invento tecnológico) se duplica cada dos años (o ya en nuestro caso, cada 18 meses), ha impactado de cierta forma a nuestro actuar (“si puedo cambiar mi celular cada 18 meses, ¿no puedo cambiar también de trabajo?”). Se escuchó en tienda departamental: “pues es que me sale más barato comprarme uno nuevo, que arreglarlo” (ahora piense en este mismo ejemplo pero cambie de escenario a consultorio de terapia de pareja, ¿encuentra usted alguna diferencia?).

Esto nos lleva a la segunda razón, la cual es la cantidad de opciones que tenemos a nuestra disposición. En ropa, comida, trabajos, carreras, profesiones, amigos, lugares en dónde vivir, lugares a dónde salir, parejas... usted diga. Lo cual nos lleva a la segunda razón (inciso b): con la gran cantidad de opciones que tenemos a la mano (y a la mente) nos hemos vuelto mucho menos pacientes (desde esperar a la persona encargada de “servicio a clientes”, esperar a que se baje una canción o a que se cargue una página, hasta ser poco pacientes/tolerantes con la pareja con la cual uno está). El sentimiento interno resultante es entonces, que habiendo tantas cosas allá afuera que uno pudiera estar haciendo, uno no puede “darse el lujo” de estar todo el tiempo con una sola cosa/persona/actividad/ciudad/etc/etc/etc en particular.

Y esto nos lleva a la tercera razón (aunque no es una consecuencia de la otra), la cual es que al parecer tenemos un “umbral del dolor” más bajo (o tal vez más lleno), y una disposición al sacrificio mucho menor (que está acompañada con un miedo enorme a ser lastimado) y por lo tanto, soportar menos “errores” de los demás. Esto se puede ver ejemplificado desde el número disparado en divorcios en México en los últimos años, hasta la poca lealtad que existe hacia las marcas en muchas categorías.

La respuesta perfecta a este pesado y complicado contexto de múltiples opciones de cambio, es la poca paciencia, el no querer sacrificarse mucho (por los demás), no soportar errores y tener miedo a ser lastimado, pues es ser así, “casual”.

¿Y qué demonios significa entonces ser “casual”? “Casual” significa no echar anclas. Esto se convierte entonces en la solución adecuada para adaptarse al cambio (y como ya dijimos antes, habiendo tantas opciones para cambiar, pues...). Desde no echar anclas con alguien, en una ciudad o en un trabajo hasta no atarse a un peinado, una forma de vestir, un estilo de música o una marca.

Ahora, puede haber un deseo (mezclado con un deber ser) de sentirse parte permanente de algo; pero a veces, el entorno al cual se enfrentan especialmente las generaciones jóvenes -y con su permiso, me voy a incluir en ellas- hace que haya una batalla muy fuerte entre lo “Casual” y lo “Causal”.

Todas las generaciones han sido marcadas por la lucha por una causa en particular: desde la búsqueda de la paz y amor, hasta la defensa de la igualdad en los derechos humanos. ¿Será entonces que la causa de esta generación es rendirse a la casualidad?
Marketing y La Recesión

Una buena presentación (pdf) elaborada por Textappeal aqui. Hace click en "Marketing in the recession". Si alguin tiene ejemplos de marcas y/o comunicación que define "actitudes culturales sobre la crisis en Mexico y la postura de marca" favor de subir tu comentario.
Saludos.

jueves, 27 de agosto de 2009

martes, 25 de agosto de 2009

Soy Planner

“Desarrolla conceptos estratégicos. Trabaja en equipo con los creativos. Utiliza la investigación para buscar la verdad del consumidor y usarla a favor de las marcas. Traduce la petición del cliente al terreno creativo. Analiza los resultados de la comunicación y los convierte en aprendizaje. Inspira. Inspira. Inspira”

Cuando me preguntan en una fiesta ¿qué haces? hay tres alternativas de respuesta que llegan a mi cabeza:
a- trabajo en publicidad (lo cual es cierto pero, se queda corto y además implica escuchar diplomáticamente muchos consejos para mejorar la publicidad mexicana)
b- mentir y decir que soy veterinaria (demasiado trabajo para mi cerebro en stand-by mode)
c- decir “soy planner” y esperar la cara de póker que suele poner el 75% de la gente, de acuerdo a una encuesta empírica y personal realizada en 38 fiestas (en el último año).

Este halo de misterio no deja de ser interesante o al menos eso queremos creer los planners, porque es un oficio poco común y quizás a todos nos guste sentir que tenemos una profesión original, ¿o me estoy proyectando?. Tampoco es que queramos explicar qué hacemos todo el tiempo, sería muy aburrido. Y no es taaaan importante.

La lista de tareas con la que empieza este texto es un resumen muy simplista de lo que hace un planner. Si hiciéramos un "job description", podría incluir cosas como:

Curiosidad: hacerse preguntas nuevas sobre la realidad.
Empatía y apertura: ser capaz de conectar con un adolescente de 15, con una señora de su casa o con un policía. Estar dispuesto a vivir diferentes vidas.
Inquietud Intelectual y Eclecticismo: la inspiración puede venir de la psicología, la botánica orgánica o de los filósofos griegos…
Inspiración: inspirarse y ser capaz de inspirar, prender y prenderse.
Control del ego: el planner por lo general está “detrás del escenario” así que la gente con sueños de fama y grandeza, podría ser muy infeliz.

¿Habrán pruebas psicométricas de selección de personal que midan esto? Y, ¿en dónde se estudia para ser planner?. Otra pregunta que he escuchado una que otra vez; la experiencia dice que los equipos diversos pueden soltar chispas: psicólogos, economistas, sociólogos, antropólogos, filósofos, ingenieros, artistas…

Creo que los requisitos para ser un buen planner no vienen sólo en el curriculum, vienen en la actitud y la filosofía de vida. Actitud: apasionada y abierta para adaptarse a un mundo caótico, cambiante, conmovedor, incierto, contrastante, aventurero (no hablo de Irak, es la publicidad). Filosofía: humanista, creer que lo humano está en el centro, incluso, de la más futurista manifestación tecnológica con la que tengamos que trabajar.

Toda palabra dicha inspira una idea contraria.
(Goethe)

Ah! Eres planner?

jueves, 13 de agosto de 2009

El cerebro de un Planner



Las palabras iniciales del APG México!
Así el babé nació.
En realidad un milagro.